Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo

Se dice que un médico tenía que realizar una delicada cirugía. Las posibilidades de que el paciente sobreviviera al procedimiento eran del 20%. Minutos antes de la cirugía, el paciente pidió hablar a solas con el médico. Y estas fueron sus palabras:

– “Doctor, mi deseo es no volver de esta operación. Quiero morir. Tengo muchas deudas, muchos problemas económicos y mi seguro pagaría todas mis deudas, dándole tranquilidad a mi esposa e hijos. Creo que valgo más muerto que vivo”.

El doctor, que temía a Dios, solo dijo:

– “Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”.

La cirugía se llevó a cabo y fue un éxito. Él hombre sobrevivió y se recuperó bien del procedimiento. Sin embargo, menos de 1 mes después de la cirugía, ese paciente sufrió un infarto y murió. Durante el velatorio, el médico fue a hablar con la esposa de ese hombre y ella le dijo:

– “Mi esposo me contó lo que le dijo, minutos antes de la cirugía. Y le agradezco por hacer lo mejor que pudo durante el procedimiento y por dejarlo vivir más estos días. Habían cosas entre nosotros que no estaban bien resueltas hasta el día de la cirugía, y que tuvimos la oportunidad de hablar y resolver en estas últimas semanas”.

En esta curta historia, las palabras del médico a su paciente fueron las mismas de Salomón, en Eclesiastés, capítulo 3: “Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”. Tú y yo tuvimos nuestro tiempo de nacer. Y algún día, será hora de dejar este mundo. No será cuando tú o yo deseemos o planeemos, será en el tiempo del Señor. Ese hombre quería irse el día de la cirugía, pero el tiempo de Dios fue algunos días después, porque había una razón para que así fuera.

No sé cuándo será mi momento. Pero encuentro consuelo y esperanza en la palabra de Dios cuando leo que “hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”. Y elijo confiar y descansar en Dios.

Oración: Señor, quiero vivir mi vida con la tranquilidad de saber que hay un tiempo para cada propósito bajo el cielo. Tú elegiste el día de mi nacimiento y el día de mi partida también será el que tú determínes. Y en ti descanso. ¡Amén!

Versículo base: Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: Tiempo de nacer, y tiempo de morir; Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado. (NBA2005) Eclesiastés 3:1-2