Una actitud desesperada

Ocurrió en la Copa del Mundo de 1974. Zaire clasificaba por primera vez para el torneo de fútbol más importante del mundo. El país era gobernado por el dictador Mobutu Sese Seko, uno de los gobernantes más crueles y sanguinarios de la historia de África. En el debut, Zaire fue derrotado ante Escocia por 2 a 0. En el segundo juego, humillante derrota ante Yugoslavia por 9 a 0. Quedaba un partido más contra Brasil. En este partido se produce una jugada insólita, que entró en la historia del fútbol. Ya habían transcurrido 85 minutos de juego, Brasil ganaba 3-0 y tenía un tiro libre peligroso a su favor. El árbitro organizó la barrera y de repente, de la nada, el jugador Mwepu Ilunga, de Zaire, sale de la barrera y simplemente patea el balón. El jugador recibe una tarjeta amarilla y se convierte en una broma para los comentaristas: “Un momento bizarro de ignorancia africana”, comentó John Motson, en la BBC.

Lo que nadie sabía era el motivo de la inexplicable actitud del jugador africano. Lo cierto, revelado muchos años después, es que los jugadores habían sido advertidos por el dictador Mobutu Sese Seko, que en caso de una derrota por más de 3 a 0, cuando regresaran a Zaire, encontrarían las tumbas de sus familiares.

No era ignorancia, era desesperación. Y conociendo esta historia, sigo pensando en cuántas veces no puedo entender la actitud de alguien. Y quizás yo había pensado: “Es muy tonto por hacer eso”, cuando tal vez no era “tontería”, sino desesperación.

Es importante que nosotros, como cristianos, aprendamos a ver lo que nadie más ve. Y mientras muchos critican, ríen o bromean, nosotros buscamos el verdadero motivo de lo sucedido. Y el Espíritu Santo nos revelará lo que debemos hacer.

Oración: Señor, quiero poder ver más allá de lo que es posible ver. Revélame la necesidad o desesperación de mi prójimo. Amén.

Versículo base: Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. (NBA2005) 1ª Corintios 2:10