Muerte en la oscuridad

Durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos alemanes en suelo inglés eran frecuentes. Y para dificultar la acción de los enemigos, el país adoptó una medida radical. Por la noche se apagaban todas las luces, tanto en las ciudades como en el campo. El objetivo era no dar campo visual al enemigo, dificultando la selección de objetivos en ataques aéreos. Esta acción, sin embargo, como puedes imaginar, trajo muchas otras dificultades. Los conductores que viajaban de noche, por ejemplo, a menudo atropellaban a los animales por no verlos. Se cree que más de 600 personas morían cada mes por accidentes nocturnos. Un médico dijo: “el apagón mata a los británicos, sin necesidad de que la Luftwaffe se preocupe por sobrevolar los cielos ingleses“.

Hay muerte en la oscuridad. Y es por eso que se compara la palabra de Dios con una lámpara que alumbra el camino: “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero“. Por lo tanto, aquellos que optan caminar por esta vida sin la palabra de Dios, están caminando en medio de la oscuridad. No hay luz en su camino, y caminan hacia la muerte. Satanás ni siquiera se molesta en atacarlos, ya que no es necesario. Ellos mismos avanzan hacia la muerte.

Toma la decisión de no seguir adelante sin la luz de la palabra de Dios. Ilumina cada día tu camino con la luz que Dios nos ha regalado, que es su palabra.

Oración: Señor, quiero caminar a la luz de tu palabra. Que yo no empiece mi día sin buscar lo que tienes que decirme. ¡Amén!

Versículo base: Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (NVI) Salmos 119:105