“¿Quién es mi prójimo?”

Dibujo de la silueta de un hombre ayudando a otro
DISPONIBLE TAMBIÉN EN AUDIO

Se cuenta que un hombre sacrificó la mejor oveja de su rebaño y le dijo a su hija:
Hija, ahora ve a llamar a nuestros familiares y amigos que hoy haré una fiesta.
La niña salió y se fue al pueblito contiguo al rancho y pasó por las calles gritando:
Nuestra vaca está atrapada en el barro. Necesitamos ayuda.
Unos cuantos hombres y mujeres de la ciudad se movilizaron y fueron al rancho.
El padre de la niña, no conociendo a esas personas, le preguntó a su hija:
Hija, ¿dónde están nuestros amigos y parientes? No conozco a esta gente.
Entonces la hija respondió:
Les dije a todos que nuestra vaca estaba atrapada en el barro. Ninguno de nuestros amigos o parientes quiso venir a ayudarnos. Esta gente vino. Son ellos quienes merecen nuestra generosidad y hospitalidad.

En Lucas, capítulo 10, desde el versículo 25 en adelante, encontramos el relato de un fariseo que intentaba poner Jesús a prueba. Luego, pregunta cuál es el mayor mandamiento y Jesús responde que serían 2, amar a Dios y al prójimo. Este fariseo entonces pregunta: “¿Pero quién es mi prójimo?” (versículo 29). Y en respuesta, Jesús cuenta la conocida parábola del buen samaritano. Un hombre fue asaltado y golpeado, quedando medio muerto. Un sacerdote y un levita pasaron y ambos lo ignoraron. Pero el samaritano se detuvo y lo cuidó. Entonces Jesús pregunta: “¿Quién fue el prójimo de ese hombre?” y los que estaban allí respondieron: “El que tuvo misericordia“. Jesús luego termina diciendo: “Haz eso y vivirás“. (versículo 37).

Este es mi desafío para ti hoy: “Haz eso y vivirás“. Ayuda al vecino con la vaca atrapada en el barro. Ten piedad del que está herido. Porque nos espera una fiesta en el cielo.

Oración: Señor, quiero ser el que está atento a las necesidades de mi prójimo. ¡Amén!

Versículo base: En esto se presentó un experto en la ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: –Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? Jesús replicó: –¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú? Como respuesta el hombre citó: –Áma al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente’, y: Áma a tu prójimo como a ti mismo.’ –Bien contestado –le dijo Jesús–. Haz eso y vivirás. (NVI) Lucas 10:25-28

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