Rico, pero infeliz y miserable
En Brasil, una mujer terminó su relación a través de un audio de whatsapp. El audio fue compartido y se volvió viral. ¿La razón del final de la relación? Él era muy pobre, mientras que ella era hija de “padres millonarios”. Uno de los extractos del audio decía: “Alejandro, hice una maestría en el extranjero, tengo una carrera universitaria, tengo padres millonarios, tengo todo. ¿Y tengo que seguir rebajándome yendo a Guará? (un barrio de São Paulo) Comprar fiambres para llevar contigo en un parqueadero lleno de autos. No hay siquiera una mesa en el parqueadero. Oh, ten piedad, Alejandro”
Este episodio (y todos los demás cuando alguien exalta su propia riqueza) me recuerda un versículo, que está en Apocalipsis, capítulo 3: “Dices: ‘Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada’; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú“.
Según la Biblia, esta mujer es rica, sí, pero miserable, digna de compasión, pobre, ciega y desnuda. Cree que lo tiene todo, cuando en realidad no tiene nada. Bolsillo lleno, alma vacía. Y eso, la hace digna de compasión.
Que entendamos que las riquezas de este mundo no son lo que verdaderamente importa. Como está registrado en Lucas 16:11: “Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas?” La verdadera riqueza no está en este mundo.
Oración: Señor, quiero ser fiel en el manejo de las riquezas de este mundo, para que luego me sean confiadas las verdaderas riquezas. Amén !
Versículo base: Dices: ‘Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada’; pero no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú. Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista. (NVI) Apocalipsis 3:17-18