El que me confronta no es mi enemigo

El que me confronta no es mi enemigo

En marzo de 2022, un turista italiano fue asesinado por un tiburón en las playas de San Andrés, Colombia. A partir de este evento se inició una polémica “cacería de tiburones” en la región, con el objetivo de prevenir nuevos ataques y obviamente no afectar el retorno económico que tiene la región con el turismo. Cabe señalar aquí que la caza de tiburones es una práctica ilegal en la mayor parte del mundo, es decir, es un delito.

Ante esta noticia me puse a pensar: ¿será el tiburón un enemigo del hombre? Y concluí: de ninguna manera. El tiburón fue creado por Dios y tiene su papel en el perfecto ecosistema diseñado por el Padre. El tiburón es un depredador, que se encuentra en la parte superior de la cadena alimentaria, y juega un papel importante en el control y la salud de las poblaciones de las especies que son sus presas. Y a menudo se alimentan de animales enfermos y viejos.

No pocas veces, también “cazamos tiburones” en nuestras vidas. Esto sucede cuando nos enfrentamos a alguien que nos hace ver nuestras faltas y pecados. Y preferimos “eliminar” a estas personas de nuestras vidas, en lugar de reconocer cuán defectuosos somos y buscar la restauración de nuestras vidas. Pensamos que es nuestro enemigo, cuando en realidad está cumpliendo su función de advertirnos de nuestro pecado.

Así como Natán confrontó a David por su pecado con Betsabé (2 Samuel 12), Dios pone personas en nuestras vidas para confrontarnos. Puede que nos den miedo como un “tiburón”, pero están ahí para un propósito específico. El que me confronta no es mi enemigo. Mi verdadero enemigo es el pecado que habita en mí. Este necesita ser “cazado” y eliminado.

Oración: Señor, hoy te confieso mi pecado. Reconozco que quien me confronta no es mi enemigo. Mi enemigo es el pecado que habita en mí. ¡Amén!

Versículo base:  ¡He pecado contra el Señor! reconoció David ante Natán. El Señor ha perdonado ya tu pecado, y no morirás contestó Natán. Sin embargo, tu hijo sí morirá, pues con tus acciones has ofendido al Señor. (NVI) 2 Samuel 12:13-14

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