Jesús es el que sale en busca de la oveja perdida

Recientemente, un caso llamó la atención de todo el mundo: la desaparición de la influencer Gabby Petito, en el Bosque Nacional Bridger-Teton, en Estados Unidos. Luego de varios días de búsqueda y un gigantesco operativo, su cuerpo sería encontrado con signos de estrangulamiento y su novio, el principal sospechoso, se suicidaría a los pocos días. Sin embargo, algo curioso sucedió durante las búsquedas de Gabby Petito: se encontraron los restos de otra persona, un hombre de 46 años llamado Robert Lowery, quien también había desaparecido en el mismo bosque un mes antes. Y es curioso pensar que Robert Lowery nunca sería encontrado sin la intensa búsqueda que se hizo para encontrar a Gabby Petito. Más de 90.000 personas están desaparecidas solo en Estados Unidos, según datos registrados a finales de 2020 por el Centro Nacional de Información sobre Delitos.

Te pregunto: ¿importa más la vida de Gabby Petito que la de Robert Lowery? ¿Importó más la vida de Gabby Petito que las más de 90.000 personas desaparecidas en Estados Unidos?

Es imposible negar que este mundo es muy selectivo. No podemos ignorar que en el mundo se te valora más según tu fama, la cantidad de seguidores en Instagram o el saldo de tu cuenta bancaria. Sin embargo, ante Dios, Gabby Petito, Robert Lowery o cualquiera de las 90.000 personas que faltan tienen un valor único y especial.

Jesús es el que sale en busca de la oveja descarriada. Deja a salvo las 99 y sale a buscar a la que está perdida, sin importar el estatus social de esta oveja, su nombre, si es famosa o no, si tiene dinero o no. Simplemente sale a buscarla y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros y regresa a casa para celebrar con sus amigos, familiares y vecinos.

Jesús ya salió a buscarlo. Tu vida es importante para Él. Y Jesús quería tanto encontrarte que fue necesario morir en esta búsqueda, clavado en una cruz. Y al resucitar, te rescató. Ahora solo necesitas subirte a sus hombros y celebrar con Él.

Oración: Señor, te agradezco porque saliste a rescatarme cuando estaba perdido. ¡Amén!

Versículo base: “Él entonces les contó esta parábola: ‘Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: Álégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido.'” (NVI) Lucas 15:3-6