Se necesita tomar acción
El 11 de septiembre de 2001, se llevó a cabo el ataque a las torres gemelas del World Trade Center, en Nueva York, cuando dos aviones secuestrados por terroristas chocaron con las torres provocando su caída. Un tercer avión también chocó contra el Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, cerca a Washington DC, la capital del país.
Sin embargo, había un cuarto avión, destinado al Capitolio, sede del poder legislativo estadounidense. Este avión, sin embargo, no alcanzó su objetivo y terminó estrellándose en una zona rural de Pensilvania. ¿Por qué? Porque los pasajeros a bordo, al darse cuenta ya de la situación del secuestro y estar informados de lo que sucedía con el otro avión, reaccionaron. Las investigaciones concluyeron que los pasajeros entablaron un combate cuerpo a cuerpo contra sus secuestradores, logrando incluso ingresar a la cabina. La acción de los pasajeros evitó una tragedia aún mayor. Es cierto que no pudieron salvarse a sí mismos. Pero muchas vidas se salvaron porque ellos actuaron.
Es curioso pensar que muchas veces dejamos que las cosas pasen sin hacer nada. Sabemos que nuestro matrimonio se encamina hacia el divorcio, pero no tomamos medidas para salvarlo. Vemos a un niño perdido en juegos electrónicos, amistades inapropiadas o incluso en las drogas, pero no tomamos ninguna acción. Nos damos cuenta de que hay algo mal en nuestra relación con Dios y no hacemos nada para restaurarla. Así que el mensaje de hoy es el siguiente: necesitas tomar ACCIÓN.
No te quedes en su asiento como un pasajero esperando a ver qué sucede. Levántate, actúa, lucha. Aún cuando sea difícil, incluso si parece que no hay esperanza, lucha contra el mal. No te rindas. Se necesita tomar acción.
Oración: Señor, hoy reconozco que no siempre actúo. Reconozco, Señor, que veo problemas ante mí y no tomo acción para resolverlos, porque es laborioso y agotador. Pero hoy decido actuar. Ayúdame Señor, porque necesito tu fuerza. ¡Amén!
Versículo base: Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha. (NVI) Eclesiastes 11:4