“Normalmente el después se convierte en nunca”

Dibujo de un ejecutivo pensando si hace determinada actividad ahora o la deja para después.

“Normalmente el después se convierte en nunca”. La frase es de Daniel Habif y trae mucha verdad.

Detente ahora unos minutos y reflexiona: ¿cuántas cosas has dejado para “después” y ese después se ha convertido en “nunca”? ¿Cuántas veces dejas de avanzar en un proyecto porque crees que no estás listo y que es mejor dejarlo para “más tarde”? Eso tiene un nombre: se llama procrastinación.

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, lamentablemente no está literalmente en la Biblia. Pero puedo leer esta frase entre líneas en Eclesiastés 9:10 “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.” Y lamento si esta declaración suena dura, pero “mañana”, tal vez ya esté en una tumba y no habrá más planes o sueños allí.

El momento perfecto para hacer lo que se necesita y debe hacerse se llama ahora. Lo que dejamos para “más tarde” puede que nunca se haga realidad. ¿Qué dejaste para después y puedes hacer hoy?

Oración: Señor, quiero dejar el hábito de postergar las cosas, de procrastinar lo que debo hacer de inmediato. Ayúdame papá a superar la procrastinación. ¡Amén!

Versículo base: Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría. (NVI) Eclesiastes 9:10

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