No hay Dios en ninguno de sus pensamientos

Un cuaderno de apuntes con Salmos 10:4

Fue el 19 de mayo de 1845 cuando el británico John Franklin inició su cuarta y última expedición para explorar el Ártico, junto con sus dos barcos, Erebus y Terror, zarpando desde Inglaterra. Después de pasar el invierno de 1845/46 en el estrecho de Barrow, navegaron hacia el sur, donde, a fines de 1846, los barcos quedaron atrapados en el hielo. El capitán Franklin y su tripulación acabarían muriendo de hambre, frio e infecciones entre 1847 y 1848.

Todos debemos tener planes y proyectos. Pero tenga cuidado con ellos, ya que pueden conducirte a la destrucción. Por eso, siempre es mejor consultar a Dios antes de iniciar cualquier proyecto, negocio o relación. La Biblia dice que para los malvados, “no hay Dios en ninguno de sus pensamientos”. El ímpio, simplemente avanza, sin saber que está a punto de entrar en un camino sin retorno, para quedarse atrapado en el hielo del orgullo o la indiferencia.

Acostúmbrate a poner a Dios en todos tus planes y proyectos y podrás seguir adelante, con la certeza de que Él te indicará el mejor camino a seguir.

Oración: Señor, quiero aprender a incluirte en todos mis proyectos. Guíame para saber qué hacer y cómo. ¡Amén!

Versículo base: El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista; a todos sus adversarios desprecia. Dice en su corazón: “No caeré jamás; nunca me alcanzará la desgracia”. (RV1995) Salmos 10:4-6

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