Yo soy muchas cosas
En sus programas para Tu100%, mi esposa enseña algo muy importante sobre el equilibrio. Direccionado para mujeres que luchan por equilibrar su vida personal y profesional, los programas enseñan que una vida equilibrada no se trata de ser 50% “madre” y 50% “ejecutiva”, o 33% “madre”, 33% “ejecutiva” y 33 % “mujer”. El programa enseña precisamente que el equilibrio es ser 100% todo: ser 100% madre, 100% ejecutiva, 100% mujer, deportista, hija, esposa, etc. ¿Porque? Porque todos somos muchas cosas a la vez.
Yo soy esposo, padre e hijo. También soy hermano, primo y tío. Soy un ejecutivo en el área de fusiones y adquisiciones, pero también soy un hombre al que le gusta divertirse y tener mi tiempo libre. Soy un escritor aficionado y me apasiona el fútbol. Todavía soy un hijo de Dios. Y tal vez podría seguir enumerando aquí muchas cosas que soy.
¿Cómo entonces ser tantas cosas al mismo tiempo? Entregando lo mejor de mí, en cada uno de los roles que tengo. A la hora de ser esposo, ser el mejor esposo que pueda ser. Cuando esté con mis padres, ser el hijo que mi madre espera que sea. Cuando estoy en mi trabajo, ser un ejecutivo diligente y dedicado. “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño”, escribió Salomón en Eclesiastés, el libro de la sabiduría.
El desequilibrio en nuestra vida surge cuando no entendemos que somos muchas cosas o cuando nos esforzamos en solo algunas de ellas. Si trato de ser un buen padre, pero soy un marido perezoso, hay un desequilibrio en mi vida. Si soy un buen profesional, pero soy un pésimo compañero de trabajo, hay un desequilibrio. Es necesario saber ser como Cristo, en todos y cada uno de los roles que tengo.
¿En cuál de tus roles te ha faltado esfuerzo? ¿Donde tus manos no trabajan con todas sus fuerzas?
– > Más devocionales con Eclesiastés 9:10
Oración: Señor, quiero dar lo mejor de mí en todos los diferentes roles que tengo. Quiero ser más parecido a Cristo. ¡Amén!
Versículo base: Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría. (NVI) Eclesiastes 9:10