Yo soy el camino, nadie llega al Padre sino por mí
El Puente de Carlos es considerado el puente más antiguo de Praga, República Checa. Este puente se empezó a construir, nada más y nada menos que en 1357 a petición del rey Carlos IV. Este puente tiene 516 metros de largo y 10 metros de ancho, sostenido por 16 arcos y está decorado con 30 estatuas situadas a ambos lados. Si alguna vez viajo a Praga en mi vida, quiero visitar este puente.
Necesitamos un puente para llegar al otro lado. Y en nuestra vida espiritual, Cristo es nuestro puente hacia la salvación. Y él es el ÚNICO puente, no hay otro puente, no hay otro camino que nos pueda llevar a estar con Dios de nuevo. Nadie viene al Padre, sino por Jesucristo. Y hay al menos 3 razones que lo justifican:
- Solo Cristo no cometió pecado: “El no cometió ningún pecado ni hubo engaño alguno en sus labios.”. (1 Pedro 2:22)
- Solo Cristo murió en nuestro lugar – “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5: 8)
- Solo Cristo resucitó y venció la muerte: “Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno”. (Apocalipsis 1:18)
Cristo es el puente que puede llevarte de regreso a los brazos del Padre. No esperes más. Entregue su vida a Él, cruce el puente y sea salvo.
Oración: Señor, hoy te entrego mi vida, te declaro mi Señor y Salvador. Recibo tu salvación. ¡Amén!
Versículo base: “Yo soy el camino, la verdad y la vida –le contestó Jesús–. Nadie llega al Padre sino por mí” (NVI) Juan 14:6