Yo elijo a Cristo

Hombre a los pies de la cruz de Cristo

Entre tantas opciones, ya tengo mi elección. ¡Elijo a Cristo!

Todos los días, la vida me presenta la posibilidad de elegir entre dos opciones. Y Cristo es uno de ellas. ¡Siempre!

Si estoy en un supermercado y recibo cambio demás, puedo elegir entre quedarme con el dinero o quedarme con Cristo. Cuando me abofetean en la cara, puedo optar por devolver la bofetada o a Cristo. Cuando alguien me ofende, puedo devolver la ofensa o elegir a Cristo. Cuando alguien no cumple una promesa, puedo elegir el resentimiento y la amargura, o elegir a Cristo. Siempre tengo opciones y Cristo siempre será una de ellas.

En la palabra de Dios, aprendo a identificar cuándo estoy eligiendo a Cristo o no. Si aprendo a leer y meditar en la palabra de Dios todos los días, fácilmente podré saber qué hacer en cada situación, porque puedo elegir hacer lo que Cristo haría. Elijo a Cristo cuando hago lo que Él haría. Y no faltan ilustraciones en la palabra de Dios para encontrar fácilmente las respuestas. Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos (…) Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba. Leo la palabra y sé lo que debo hacer porque Cristo me dejó el ejemplo. Y elijo a Cristo.

Oración: Señor, te elijo a ti. Elijo a Cristo porque sé que siempre será mi mejor opción. ¡Amén!

Versículo base: Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos. ‘El no cometió ningún pecado ni hubo engaño alguno en sus labios.’ Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia. (NVI) 1 Pedro 2:21-24

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *