Vivir con el miedo

Alex Jones es un estadounidense, conocido como el “teórico de la conspiración” más grande del país y quizás del mundo. Entre muchas de sus teorías de conspiración, recientemente fue condenado a pagar daños millonarios por una de ellas: afirmó que el ataque a la escuela secundaria Sandy Hook en 2012 fue un engaño, que nadie había muerto, que las víctimas eran actores y que el ataque fue una producción teatral. Veinte niños y seis adultos fueron asesinados en la escuela Sandy Hook. Y las declaraciones de Alex Jones impactaron en la vida de las familias de las víctimas quienes, además de sufrir el dolor de la pérdida, tuvieron que enfrentarse a fanáticos que realmente creían en las teorías de Alex Jones. Las tumbas fueron destrozadas, se enviaron mensajes de odio en Internet a diario y las familias eran amenazadas de muerte. Muchos tuvieron que cambiar de domicilio por miedo a los ataques.

Las teorías de la conspiración existen para asustar a la gente. Están creadas para que tú y yo vivamos pensando que estamos permanentemente engañados. Algunos ejemplos de estas teorías de la conspiración: el hombre nunca fue la luna, la tierra es plana, Elvis Presley no murió, el holocausto judío no sucedió, el calentamiento global es un engaño y el más reciente, la existencia de un plan para una nueva orden mundial.

El objetivo de nuestro enemigo es que vivamos con miedo, tensión, preocupación y estrés. Y este miedo y preocupación nos quita la paz, trae inseguridad y en los casos más extremos, una obsesión fanática por un tema determinado.

Reflexiona ahora: ¿qué te ha quitado la paz? ¿El resultado de las elecciones? ¿Las vacunas para COVID-19? ¿Los planes del gobierno? Recuerda que en Dios encontramos la salida del miedo. “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.” (Salmo 56:3). No debo vivir con temor porque el hombre nada puede hacer contra mí: “El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme el ser humano?” (Hebreos 13:6). Ninguna teoría de la conspiración (aunque fuera cierta) me quita la paz.

Oración: Señor, mi confianza está en ti, no en los hombres y en este mundo. Por eso vivo en paz. ¡Amén!

Versículo Base: Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal? Todo el día tuercen mis palabras; siempre están pensando hacerme mal. Conspiran, se mantienen al acecho; ansiosos por quitarme la vida, vigilan todo lo que hago. ¡En tu enojo, Dios mío, humilla a esos pueblos! ¡De ningún modo los dejes escapar! (NVI) Salmo 56:3-7