Vida de arquero
No hay posición más difícil en el fútbol que la de arquero. Analicemos:
- Si un arquero falla o tiene una mala actuación, todo el equipo perderá;
- Si el arquero juega bien y se destaca, esto no garantiza la victoria del equipo, tal vez solo un empate;
- No siempre se reconoce su mérito, pues se puede decir que fue la ineficacia de los atacantes contrarios;
- Entrena solo, celebra solo, sufre solo;
- Tiene una gran responsabilidad, porque la victoria del equipo está literalmente “en sus manos”.
A veces, podemos sentir que nuestra vida es como la de un arquero. Se espera mucho de nosotros y se reconoce poco. Nos culpan del fracaso de un proyecto, como si fuéramos los únicos trabajando en él. Nos sentimos solos en el momento de la dificultad o celebramos solos los pequeños logros. Sentimos el peso de la responsabilidad y la ansiedad se apodera de nosotros.
Si tuviera que recomendar un verso para un arquero antes de un gran partido, sería Filipenses 4, versos 6 y 7. Y también lo dejo aquí para ustedes que se sienten tan presionados como un arquero cuyo equipo está en zona de descenso.
- No te preocupes – “No se preocupen por nada“
- Ora y da gracias – “más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias“
- Esté en paz – “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús“.
Querido lector, sufrir por anticipado o confiar en Dios también está en “tus manos”.
Oración: Señor, decido confiar y descansar en ti. Te entrego toda mi ansiedad y pido tu paz, que excede todo entendimiento. Amén.
Versículo base: No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (NVI) Filipenses 4:6-7