Una vida de luchas
Luchas! Puede que llegue un momento en que nos cansamos de tantas luchas que enfrentamos en esta vida. Luchamos con las finanzas, haciendo cálculos todos los meses, durmiendo preocupados y ansiosos. Luchamos con nuestros hijos, tratando de llevarlos por el mejor camino, deseando más que nada, su felicidad y seguridad. También luchamos con nuestro cónyuge, por nuestras diferencias de pensamiento, por las situaciones cotidianas, y no siempre logramos una relación de paz y armonía. Todavía luchamos con nuestro trabajo, ya sea con nuestros jefes o colegas, o con clientes y proveedores. Y por último, luchamos con nuestro propio cuerpo, para mantenerlo sano, luchamos con nuestras ganas de comer lo que no se es saludable, de controlar el peso y así vivir mejor. Es verdad que la vida sí puede ser una vida de luchas.
Y si la vida está hecha de luchas, luchar solo puede ser aún más difícil. Es mejor luchar junto al que creó todas las cosas y que puede, con una sola palabra, transformar cualquier situación.
Quizás grandes serán las batallas de hoy. Pero hay una promesa registrada en Deuteronomio 20, versículos 3 y 4, que puedes llevarla contigo este día: “Hoy vas a entrar en batalla contra tus enemigos. No te desanimes ni tengas miedo; no te acobardes ni te llenes de pavor ante ellos, porque el Señor tu Dios está contigo; él peleará en favor tuyo y te dará la *victoria sobre tus enemigos“
Aunque su vida esté formada por luchas en todas las áreas posibles, sepa que Él lucha con usted. No estás solo, Dios luchará por ti y te dará la victoria. Sólo cree.
Oración: Señor, sé que luchas conmigo, acompáñame en cada batalla. Por eso confío en ti y no temeré la adversidad. ¡Amén!
Versículo base: “Con estas palabras: ¡Escucha, Israel! Hoy vas a entrar en batalla contra tus enemigos. No te desanimes ni tengas miedo; no te acobardes ni te llenes de pavor ante ellos, porque el Señor tu Dios está contigo; él peleará en favor tuyo y te dará la *victoria sobre tus enemigos”. (NVI) Deuteronômio 20:3-4