Un ojo vigilante al suicidio

Una mano extendida para una chica triste. Gálatas 6: 2

Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 800,000 personas se suicidan cada año. Y el suicidio es la segunda causa principal de muerte en el grupo de edad de 15 a 29 años. Y por cada suicidio efectuado, hay muchos más intentos fallidos. Sí, este asunto es importante.

El suicidio suele ser el resultado de problemas como la depresión, el consumo de drogas, el alcoholismo o los trastornos mentales. Sin embargo, muchos suicidios ocurren en un momento de impulso en tiempos de crisis. El hecho es que debemos estar atentos. Y más aun cuando estamos proximos a las festividades de final de año.

La Biblia habla en Filipenses 2: 4 “Que cada uno cuide no solo de sus propios intereses, sino también de los intereses de los demás”. Pero, ¿cómo podemos ocuparnos de los intereses de los demás si ni siquiera les prestamos atención?

Tenemos que estar atentos a este hijo que no sale de su habitación, a este amigo que llora por cualquier cosa, al abuelo que se siente solo y abandonado, al primo que no quiere hacer nada y le decimos que es un vago. Todos tenemos una batalla interna, una lucha silenciosa, pero algunos pueden no saber cómo manejarla. Un ojo vigilante puede salvar una vida.

Oración: Señor, quiero ser ese ojo vigilante a mi alrededor. Quiero tener la capacidad de ver el dolor de otro. Úsame Señor! Amén.

Versículo base: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.” (NVI) Gálatas 6: 2

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