Tu y yo necesitamos la misma misericordia
Terry Nichols es un estadounidense que ha recibido la mayor sentencia en años de la historia. Recibió nada más y nada menos que 161 cadenas perpetuas, lo que lo puso en el Guinness Book como la mayor condena de la historia. Terry planeó y ejecutó, junto con Timothy McVeigh, el atentado a bomba en Oklahoma City, que tuvo lugar el 19 de abril de 1995, y que mató a 168 personas. Terry y Timothy llevaron a cabo el ataque, con un camión bomba que fue ingresado al edificio. Terry sigue cumpliendo condena en Colorado, Estados Unidos.
Terry Nichols, con sus 168 asesinatos y 161 cadenas perpetuas, necesita la misericordia y gracia de Cristo, tanto como tú o como yo. Cristo murió en la cruz, no solo por ti y por mí, pero también murió por Terry y le ofrece la misma misericordia que nos ofrece a ti y a mí. Y si el logra entender esto, estará en el cielo con Cristo, al igual que tú y yo.
Lo que quiero decir con esta palabra hoy es que “todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). Terry, el más grande de todos los criminales, el apóstol Pablo, quien se declaró “el primero de los pecadores”, tú o yo, somos iguales en condenación ante Dios, sin importar el castigo que se nos haya impuesto aquí en la tierra. Todos necesitamos la misericordia de nuestro Dios.
Oración: Señor, necesito tu misericordia tanto como el peor de los criminales. Agradezco a Dios por tu gracia y misericordia. ¡Amén!
Versículo base: Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero precisamente por eso Dios fue misericordioso conmigo, a fin de que en mí, el peor de los pecadores, pudiera Cristo Jesús mostrar su infinita bondad. Así vengo a ser ejemplo para los que, creyendo en él, recibirán la vida eterna. (NVI) 1 Timoteo 1:15-16