Trajes especiales
Soyuz 11 fue una misión espacial rusa, aparentemente exitosa, pero que terminó en tragedia. La nave salió al espacio el 6 de junio de 1971, con 3 miembros de la tripulación a bordo y permaneció 22 días en el espacio, un récord en ese momento. Sin embargo, después de un exitoso regreso a tierra, para sorpresa de todos, los 3 miembros de la tripulación fueron encontrados muertos dentro de la cabina. La razón de la muerte: asfixia. Una falla en una válvula ubicada detrás de los asientos de los astronautas permitió que todo el aire de la cabina fuera al espacio. Posiblemente, los astronautas estuvieron sin aire durante al menos 15 minutos, antes de que la nave espacial tocara el suelo.
Este accidente trajo cambios importantes para las futuras misiones espaciales. Uno de ellos fue la reducción de la ocupación de 3 a 2 tripulantes, con el objetivo de permitir que los miembros de la tripulación usen trajes especiales durante el despegue y el aterrizaje. Finalmente, si estuviesen usando sus trajes al momento del aterrizaje, la tripulación habría sobrevivido.
Recuerdo entonces que los cristianos también tenemos un traje especial, que podemos y debemos usar todos los días. Este traje nos protege de las adversidades de la vida y está relacionado en Efesios 6. “Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza”, Efesios 6: 13.
Nuestro atuendo especial está formado por el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia (versículo 14). Los pies deben ser calzados con la disposición de anunciar el evangelio de la paz (versículo 15). También debemos usar el escudo de la fe que nos protege de los dardos enemigos (versículo 16) además del casco de salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios (versículo 17).
Nunca salgas de casa sin tu traje especial: la armadura de Dios.
Oración: Señor, siempre quiero ponerme tu armadura, para poder enfrentar los desafíos de este mundo protegido. ¡Amén!
Versículo base: Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. (NVI) Efésios 6: 13-17.