Trabajando mis expectativas

Lista de expectativas
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Hace un tiempo escribí sobre la fórmula matemática de la felicidad que es una resta: realidad menos expectativa es igual a felicidad. Y esto es fácil de demostrar, ya que cuando nuestras expectativas son demasiado altas, pero nuestra realidad no las alcanza, nos sentimos infelices. Matemáticamente hablando, realidad 7 menos expectativa 10 es igual a Felicidad -3, es decir, infelicidad.

Por lo tanto, nuestro desafío es trabajar siempre en estos dos aspectos: expectativas y realidad. Es necesario trabajar nuestras expectativas para que no queden fuera de la realidad (sin dejar de soñar) y, al mismo tiempo, centrar los esfuerzos en transformar nuestra realidad. Y en ambos aspectos, Dios tiene un papel decisivo. Y aquí, quiero hablar sobre 3 puntos que debemos comprender para trabajar en nuestras expectativas.

  1. Alimenta más tu espíritu y menos tu carne – “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos.“. Gálatas 5:24
  2. No pongas tus expectativas en las personas“Así dice el Señor: ‘¡Maldito el *hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!”. Jeremías 17:5
  3. Confía en que los planes de Dios son mejores que los tuyos –Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos afirma el Señor. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” Isaías 55:8-9

Cuando nuestras expectativas están alineadas con los propósitos eternos, no dependemos de las personas ni estamos condicionados por los deseos de nuestra carne. Esto significa menos frustración y mayor satisfacción con lo que recibimos de Dios.

Oración: Señor, quiero buscar más lo eterno, menos lo terrenal. Quiero saber cómo dominar mis expectativas en este mundo fugaz. ¡Amén!

Versículo base: He visto la tarea que Dios ha impuesto al género humano para abrumarlo con ella. Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la *mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el *hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin. Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva. (NVI) Eclesiastes 3:10-12

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