Tengan cuidado de que nadie los engañe

Uno de los mayores engaños de la historia de la música ocurrió entre 1988 y 1990, en Alemania. El dúo de reggae y dance, Milli Vanilli, encantó al mundo y ganó el Grammy en 1990. Sin embargo, todo era una farsa. El dúo no cantaba, solo interpretaba a los verdaderos cantantes: Charles Shaw, John Davis y Brad Howell. Pero, ¿cuál fue la necesidad de crear toda esta farsa? Bueno, para los productores, los verdaderos cantantes no eran “atractivos”, no eran jóvenes o sensuales. Luego, los jovenes Milli Vanilli venderían mucho más y todo el engaño se montó.

La farsa se descubrió cuando el público comenzó a sospechar que Milli Vanilli solo simulaban cantar y la presión fue tan grande que su productor terminó confesando.

Es curioso pensar que fue por un engaño que Adán y Eva cayeron. Y desde entonces, el engaño es una característica sobresaliente de nuestro mundo. Si en el Edén, la serpiente trató de mostrarles a Adán y Eva un mundo que no era real, ahora no es diferente. El mundo cada día, intenta mostrarnos realidades que no existen. Las redes sociales, por ejemplo, están llenas de imágenes que no reflejan la realidad. No hay tantas vidas perfectas como demuestran las redes. Y ni siquiera este personaje famoso que tanto admiras es esa perfección que ves en los medios.

Conclusión: no compares tu vida con la de nadie. Finalmente, no sabemos la verdad en la vida del otro. Mire sólo a Cristo, busque ser como Él. ¡No hay mejor referencia que Cristo!

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Oración: Señor, no quiero ser engañado por este mundo, que muestra vidas que no existen. Solo quiero tener a Cristo como referencia. ¡Amén!

Versículo base: -Tengan cuidado de que nadie los engañe –les advirtió Jesús. Mateo 24:4