Solo necesito ser mejor que una persona

Algo muy interesante para observar en el sistema solar es cuanto dura un día en cada planeta. En Júpiter, un día dura aproximadamente 10 horas. En Saturno, 11 horas. Días muy cortos para un humano, ¿verdad? Sin embargo, hay extremos aún más grandes. Un día en Mercurio dura poco más de 58 días terrestres. O incluso más extremo sería vivir en Venus, donde un día equivale a 243 días en la Tierra. Estas grandes diferencias suceden porque cada planeta del Sistema Solar toma diferentes tiempos para completar su rotación al redor del sol.

Al saber esto, me pregunto cuánto se parece esto a nuestra vida. Porque todos somos diferentes y alcanzaremos nuestros objetivos en tiempos y formas completamente diferentes. Por lo tanto, nunca debemos tomar la conquista de otros como parámetro. Finalmente, nadie comienza desde el mismo punto. Cada uno viaja por un camino diferente. Cada uno tiene su propia rotación al redor del sol.

Desde hace un tiempo, he tratado de entender que solo necesito ser mejor que una persona: solo necesito ser mejor que yo mismo. Solo necesito ser hoy mejor que ayer. Y solo necesito ser mañana, mejor que hoy. No necesito y no debo compararme con nadie más que conmigo mismo. Si aprendo a superarme cada día, ciertamente puedo alcanzar mis metas. Porque más importante que la velocidad, es la dirección.

¿Cómo seria la Tierra tratando de ser Mercurio o Venus tratando de ser Júpiter? Tan absurdo como eso, es tratar de ser alguien que no eres.

Oración: Señor, no quiero compararme con los demás. Pero sí quiero ser mejor todos los días. Hoy quiero ser mejor que ayer. Y mañana ser mejor de lo que soy hoy. ¡Amén!

Versículo base: No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen. (NVI) 2 Coríntios 10: 12