Solo le pasa a los demás

Un carro estrellado. Proverbios 14: 16

Esta reflexión es difícil de escribir, pero es necesaria.

Nos acercamos a una semana de festividades con la llegada de la Navidad. Un momento de alegría, de compartir con la familia, pero también un momento en que ocurren muchos accidentes. Ya sabemos lo que veremos en las noticias, pero no nos importa, porque solo le pasa a los demás, ¿verdad? Algunas de las personas que el año pasado vieron por televisión las noticias de muertes en el transito o de quemados con los fuegos artificiales serán las víctimas esta vez. ¿Y por qué? Debido a esta mentalidad: solo le pasa a los demás.

Aún sin admitirlo, estos son algunos de los pensamientos de muchos: “Sé que personas van a sufrir accidentes con fuegos artificiales, pero yo los voy a soltar, porque finalmente eso solo le sucede a otros”. O este: “Personas mueren en un adelantamiento forzado o por exceder los limites de velocidad, pero eso no me preocupa, eso solo le sucede a los demás”. O quizás este pensamiento: “sí, las personas borrachas causan accidentes, pero no me pasa a mí, puedo beber y conducir que a mi no me pasa nada. Solo le pasa a los demás”.

Quien fuerza un adelantamiento o excede los limites de velocidad, quien bebe y conduce, o quien insiste en comprar fuegos artificiales, aunque no lo admita, tiene estos pensamientos. La gran mentira de que “solo le pasa a los demás” o “yo soy muy listo para que me pase algo”.

La Biblia dice esa persona es necia: “Los sabios son cautelosos y evitan el mal, pero el necio es temerario e irresponsable”. El “hombre prudente ve bien dónde pisa”. (Proverbios 14: 15-16). La invitación entonces es ser sabio y cauteloso, evitando el mal y cuidando bien donde pisamos.

Por favor, mucho cuidado en estas fiestas. Si viaja, evite adelantamientos forzados, evite exceder los límites de velocidad. Si beber, no conduzca. Y no compres fuegos artificiales. Los accidentes suceden, y no solo con los demás.

Oración: Señor, quiero actuar con prudencia, no solo en estas fiestas, sino en todo momento de mi vida. El Señor me enseña a ser sabio y precavido, evitando el mal. Amén!

Versículo base: “El ingenuo cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por dónde va. El sabio teme al Señor y se aparta del mal, pero el necio es arrogante y se pasa de confiado.” (NVI) Proverbios 14: 15-16

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