Silencio ruidoso

Era agosto de 2018 y estaba programado un combate de boxeo en Estados Unidos entre el luchador estadounidense Curtis Harper y el nigeriano Efe Ajagba. Los dos boxeadores están en el ring, se saludan, como es costumbre en este deporte, y luego cada uno se dirige a su rincón del cuadrilátero. Suena la campana para iniciar la pelea e inesperadamente, Curtis Harper sale del ring y abandona la pelea, perdiendo por abandono.
¿Pero qué pasó? ¿Por qué Curtis Harper se retiró inesperadamente de la pelea? Abandonar la pelea fue la forma de Harper de protestar contra su manager, quien, según él, lo había engañado respecto al pago que que iba a recibir por la pelea.
Sin entrar en el fondo del caso, pues no lo conozco en detalle, encuentro a un hombre que protestó en silencio, pero que al mismo tiempo hizo mucho ruido y ciertamente llamó la atención de todos sobre su situación. Me recuerda a Proverbios 17, versículos 27 y 28: “El verdadero sabio emplea pocas palabras; la persona con entendimiento es serena. Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados; parecen inteligentes cuando mantienen la boca cerrada”.
Mantenerse callado y alejarse de una pelea es a veces la decisión más sabia. Cuando los ánimos se caldeen, retírese. No luches más. Guarda silencio, porque el verdadero sabio emplea pocas palabras y hasta el necio pasa por sabio si guarda silencio. Y en algunos casos, como en esta historia, el silencio fue más fuerte que mil palabras gritadas por altavoces.
Oración: Señor, quiero aprender a guardar silencio cuando deba hacerlo. Revélame, Señor, cuándo llega el momento de callar y ayúdame a ser mesurado en mis palabras. Amén.
Versículo base: “El verdadero sabio emplea pocas palabras; la persona con entendimiento es serena. Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados; parecen inteligentes cuando mantienen la boca cerrada”. (NTV) Proverbios 17:27-28