Siéntate en el último lugar
Jesús nos advirtió en Lucas 14, del versículo 8 al 11, pero insistimos en no escuchar. En 1933, en los Oscar al mejor director, el presentador abrió el sobre y simplemente dijo: “Sube aquí y obtén el premio, Frank”. El problema es que había dos “Frank” compitiendo por el premio: Frank Capra, director de “Lady for a day” y Frank Lloyd, director de “Cavalcade“. Lo más apresurado fue Capra, que de inmediato se levantó y fue directo al escenario. El ganador, sin embargo, era Frank Lloyd.
Algo aún más vergonzoso sucedió en los Oscar de 1947. La actriz Rosalind Russel ya había competido y perdido el premio a la mejor actriz en dos ocasiones anteriores y estaba convencida de que ahora era su momento. La ansiedad y la convicción eran tan grandes que incluso antes del anuncio, Russel se levantó de su asiento para ir a recibir el premio. Sin embargo, la verdadera ganadora fue Loretta Young.
Jesús también advirtió a sus seguidores diciendo que si eran invitados a un banquete, debían buscar un lugar menos prominente, para no pasar a sentarse en un lugar de honor y ser invitados a salir, pasando así una vergüenza innecesaria. Mejor sería ser exaltado, sentándose en un lugar de humildad y siendo invitado a pasar a un lugar de honor.
Las historias que se cuentan aquí y la enseñanza de Jesús muestran solo una cosa: la necesidad de una actitud de humildad. “Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”
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Oración: Señor, quiero aprender de la humildad con estas historias y de las enseñanzas de Cristo. Enséñame a ser humilde para ser honrado. ¡Amén!
Versículo base: –Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar de honor, no sea que haya algún invitado más distinguido que tú. Si es así, el que los invitó a los dos vendrá y te dirá: ‘Cédele tu asiento a este hombre.’ Entonces, avergonzado, tendrás que ocupar el último asiento. Más bien, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: Ámigo, pasa más adelante a un lugar mejor.’ Así recibirás honor en presencia de todos los demás invitados. Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. (NVI) Lucas 14:8-11