Siempre se cosecha lo que se siembra
Cole Carini es un joven estadounidense, que el 2 de junio de 2020 ingresó a un hospital de Virginia, en Estados Unidos, con heridas graves, entre ellas una mano amputada, que estaba perdida. Según su propio relato, había tenido un accidente con una cortadora de césped. Debido a la gravedad de sus heridas, se llamó al FBI. Y la verdad salió a la luz: Carini estaba montando una bomba casera, que explotó. Su plan era atacar a un grupo de mujeres que consideraba “sucias” por ser “demasiado atractivas“.
La palabra de Dios nos enseña la ley de la siembra y la cosecha. En Gálatas 6, versículo 7, dice: “No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra”. Lo que el mundo llama “karma”, sabemos que es la ley de sembrar y cosechar. Este joven estaba sembrando violencia y cosechó la misma violencia que estaba sembrando.
Lo mismo se aplica a nosotros. Quizás no seamos alguien que haría una bomba para lastimar a otros seres humanos. Pero a veces mentimos, y también nos mienten. A veces, somos indiferentes a las necesidades de los demás y, de la misma manera, recibimos indiferencia. No bendecimos y dejamos de ser bendecidos. Tratamos mal a alguien y recibimos mal trato, de la misma persona o incluso de otra.
Piensa: si recibieras mañana, exactamente lo que diste hoy, ¿Qué recibirías?
Oración: Señor, aprendo de tu palabra sobre la ley de la siembra y la cosecha. Y por eso, decido sembrar amor, paz y bendiciones en la vida de los demás. Amén.
Versículo base: No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. (NTV) Gálatas 6:7