Regar en exceso una planta puede matarla

Hombre regando una planta. Tito 1: 8

Siempre es interesante observar como Dios nos enseña a través de la creación. Podemos aprender mucho con la naturaleza. Un buen ejemplo de esto son las plantas. Si riegas demasiado a una planta, puedes matarla. Aunque el agua es buena y necesaria para la supervivencia de la planta, si le das demasiada agua, morirá.

Con esto podemos aprender que todo en demasía, incluso para bien, puede no ser bueno. Un niño que es demasiado protegido por sus padres puede convertirse en alguien inseguro y temeroso en el futuro. Alguien que pasa demasiado tiempo trabajando, aunque logre traer más dinero a casa, puede mantener a sus hijos distantes. Dar demasiados consejos para un amigo pueden cansarlo y hacerte “intenso” y destruir una amistad. Luego, todo debe tener la dosis correcta.

Pablo en la carta a Tito dice que quien quiera hacer la obra del Señor debe ser, entre otras cosas, sensato (Tito 1: 8). Y en el diccionario, sensato también se define como equilibrado. Por lo tanto, el equilibrio es necesario para todo, incluso para hacer lo que es bueno.

Oración: Señor, quiero ser sensato y saber cómo equilibrar mis acciones, incluso cuando trato de hacer el bien. Amén!

Versículo base: “Al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, santo y disciplinado.” (NVI) Tito 1: 8

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