Recompensa en el cielo
El Dr. David Gun fue un médico que practicaba abortos en los Estados Unidos y que fue asesinado por un antiabortista, llamado Michael Griffin, en marzo de 1993. Luego, el Dr. David Gun fue reemplazado por otro médico, el Dr. John Britton, quien también terminó asesinado por otro antiabortista llamado Paul Jennings Hill en julio de 1994.
Es al menos interesante pensar que debemos luchar contra el asesinato cometiendo asesinatos. Así pensaron Michael Griffin y Paul Jennings Hill. Sin embargo, es espantoso oír que Paul Jennings Hill, que era un pastor presbiteriano, poco después de ser arrestado, declaró que no estaba arrepentido, ya que esperaba una “recompensa en el cielo” por su acto. Hill fue condenado a muerte y ejecutado el 3 de septiembre de 2003.
Si el pastor Hill hubiera tomado su Biblia para leer con atención Proverbios 25, de los versículos 21 al 22, habría encontrado lo que podría darle una verdadera recompensa en el cielo: “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará “.
Nuestro Dios recompensa el bien y no el mal. Recompensa el amor, no el odio. Está claro que está en contra del aborto. Pero un asesinato no se combate cometiendo otro asesinato.
Oración: Señor, sé que recompensas el amor y no el odio. Recompensas al que da comida y agua a un enemigo para que el no muera, en lugar de matarlo. ¡Amén!
Versículo base: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará. (NVI) Provérbios 25:21-22