¿Quién puede proclamar las proezas del Señor?
Zach Matheus es mi hijo menor, nació el 5 de junio de 2009. El día de su nacimiento llegamos al hospital muy felices y tranquilos. Ya era nuestro segundo bebé, el embarazo había sido tranquilo, estábamos en la misma clínica y con el mismo médico del primer parto. Todo saldría bien, estábamos seguros de ello. Sin embargo, no fue así. Por alguna razón que desconocemos, nuestro bebé no respiró como debía al nacer y fue directo a la UCI, donde permaneció 21 días. Cuando me llamaron para verlo, a través de un vidrio, vi a mi pequeño con la respiración entrecortada, luchando por su vida. ¡Y lloré!
Hoy, ya superado ese momento, veo que tenemos muchas fotos del nacimiento de nuestro primer bebé, Marcos David. Fotos en la cama con la madre, con “vovô e vovó” (los abuelos paternos), con la “abuelita” (la abuela materna) y los tíos. De nuestro pequeño Zach no tenemos estas fotos. Finalmente, el ser humano tiende a registrar en las fotos mucho más los momentos de alegría y felicidad que días de lucha y angustia.
Sin embargo, hay una foto, que si bien no tiene buena calidad, representa mucho. Es esta foto de abajo, del momento en que pude tenerlo en mis brazos por primera vez, exactamente a los 15 días de nacido, todavía en la UCI.
Esta foto representa para mi esposa y para mi, la fidelidad y misericordia de Dios hacia nosotros. Simboliza una bendición alcanzada, oraciones contestadas, lágrimas que no se derramaron en vano. Hoy, mi pequeño Zach cumple 13 años, lleno de vida y sueños por delante. Y al igual que en ese 5 de junio, lloro mientras escribo estas palabras, pero ahora de agradecimiento a Dios por lo que hizo entre aquel 5 de junio y el día de esta foto. Sólo puedo decir, como el salmista: “¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. ¿Quién puede proclamar las proezas del Señor, o expresar toda su alabanza?“
¡Yo proclamaré, yo lo expresaré!
Oración: Señor, por siempre contaré y declararé tus obras que son maravillosas. ¡Amén!
Versículo base: ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. ¿Quién puede proclamar las proezas del Señor, o expresar toda su alabanza? (NVI) Salmos 106:1-2