¿Qué te hace libre?
Fue el 29 de abril de 1945 cuando la libertad llegó a miles de judíos que estaban cautivos en el campo de concentración nazi de Dachau. A la entrada del campo de contracción, un cartel que decía en alemán: “Arbeit macht frei“, que traducido significa: “el trabajo te hace libre“. La misma frase se puede ver en muchos de los campos de concentración nazis, incluido el más famoso de ellos, Auschwitz, pero los registros indican que Dachau fue el primero en tener la frase inscrita. Aunque se desconoce el propósito real de la frase, es posible que el objetivo fuera una falsa promesa de libertad a cambio del trabajo.
Pero, ¿es el trabajo lo que te hace libre? Pensando en esa frase, busco en la palabra de Dios, para averiguar lo ella que dice acerca de la libertad.
- Estamos llamados a ser libres: Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.“. Gálatas 5:13
- Libertad es no ser esclavo del pecado: “Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado –respondió Jesús“. Juan 8:34
- Cristo nos hizo libres: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes* y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud“. Gálatas 5:1
- La verdad nos hace libres: “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” Juan 8:32
Libertad es no es ser esclavos del pecado. Y quien nos puede librar de esta esclavitud es Cristo, quien vino a este mundo para que tú y yo pudiéramos conocer la verdad. No soy libre por el trabajo, el dinero o el permiso para “hacer lo que quiero“. Soy verdaderamente libre cuando soy liberado por la verdad de Cristo.
Oración: Señor, quiero ser libre a través de tu verdad. Líbrame Señor de ser esclavo del pecado. ¡Amén!
Versículo base: Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: –Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. –Nosotros somos descendientes de Abraham –le contestaron–, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados? –Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado –respondió Jesús–. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. (NVI) Juan 8:31-36