¿Qué hace que Dios actúe?
Seguramente se te ha pasado por la cabeza la pregunta que da título a esta reflexión. ¿Qué hace que Dios actúe? ¿Qué mueve a un ser omnipotente, omnipresente y omnisciente a levantar su mano poderosa e intervenir en la vida de alguien?
Y para responder a esta pregunta, como siempre lo hacemos, es necesario acudir a la palabra de Dios para encontrar la respuesta. Y estudiando la palabra encuentro al menos 3 cosas que pueden tocar el corazón de Dios, para que pueda actuar a nuestro favor.
La fe
“Sin fe es imposible agradar a Dios”, nos dice Hebreos 11:6. La fe de Moisés hizo que Dios separara el Mar Rojo para que el pueblo pudiera pasar con seguridad (Éxodo 14). La fe de David le permitió derrotar al gigante Goliat (1 Samuel 17). La fe de Daniel le permitió salir vivo del foso de los leones (Daniel 6). La fe permite que Dios actúe.
La oración
“Nunca dejen de orar”, nos dice 1 Tesalonicenses 5:17. Dios tiene el poder de hacer cualquier cosa, pero muchas veces espera nuestra oración. Josué oró, y el sol y la luna se detuvieron (Josué 10). Ana oró y quedó embarazada (1 Samuel 1). Jonás oró y el gran pez lo dejó en la orilla de la playa (Jonás 2). La oración mueve a Dios para actuar.
La obediencia
“Guarda los mandamientos y guardarás tu vida”, nos dice Proverbios 19:16. Dios se agradó de Noé porque era recto ante sus ojos, y por eso no destruyó a toda la humanidad (Génesis 6). Dios estaba complacido con Job y por eso le devolvió todo lo que le había sido quitado (Job 42). Ezequías era recto delante de Dios y por eso Dios lo prosperó (2 Reyes 18). La obediencia puede cambiar el actuar de Dios.
Si no has visto a Dios actuar en tu vida, este es el momento de pensar en lo que falta. ¿Te ha faltado fe y tu corazón está lleno de dudas, miedos e incertidumbres? ¿Le ha faltado tiempo de oración en medio de su vida agitada y ocupada? O finalmente, ¿hay falta de obediencia a los mandamientos y a la palabra del Señor?
Mi deseo es que tú y yo podamos experimentar el mover de Dios en nuestras vidas.
Oración: Señor, quiero ver tu acción en mi vida. Por eso, quiero desarrollar mi fe, el hábito de la oración y obedecer tus mandamientos. Ayúdame Señor a vivir una vida que te agrade. Amén.
Versículo base: »Yo soy Dios desde el principio, y lo seré hasta el final. Nadie puede librarse de mi poder, ni deshacer lo que yo hago». (BTLA) Isaías 43:13