Puedo hacer mi parte

Como todos sabemos, vivimos en un planeta con recursos naturales escasos y limitados. Muchos de los recursos del planeta están en vías de desaparecer. El petróleo, el gas natural y el carbón son solo algunos de ellos. Pero quizás el más crítico de todos sea el agua potable. Hoy, más de mil millones de personas (18% de la población mundial) no tienen acceso a una cantidad mínima de agua potable. Se estima que para el año 2050 (así es, no tan lejos), esta cifra podría llegar al 75% de la población mundial sin acceso al agua. Y aunque soy un poco escéptico ante datos tan alarmantes, entiendo que hay que tener cuidado.

El consumismo exagerado y descuidado es el mayor enemigo de los recursos naturales del planeta. La industria textil, por ejemplo, es una de las más dañinas y contaminantes para el medio ambiente, sobre todo por la emisión de gases, lo que provoca el llamado “efecto invernadero”. Sin embargo, cada año se fabrican 100 mil millones de ropa nueva. Una producción tan alta es estimulada por la moda, que cambia cada vez más rápido.

¿Pero que puedo hacer yo? Puedo hacer MI parte. Puedo no ser yo quien consuma sin responsabilidad los recursos de este planeta. También puedo enseñar a mis hijos a hacerlo. Todavía puedo ser un promotor del consumo responsable con mis amigos, familiares y compañeros de trabajo. Solo necesito recordar que la tierra me fue dada para que la cultivara: “Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara”, Génesis 2:15.

No responderé por lo que la humanidad le ha hecho al planeta. Sin embargo, responderé por lo que hice yo. Y por insignificante que parezca, MI parte la debo hacer.

Oración: Señor, fui puesto en este mundo para cuidarlo. Muéstrame Señor donde he fallado. ¡Amén!

Versículo base: “Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara” (NVI) Génesis 2:15