Problema, causa y acción

Un bebe dorme tranquilamente

En mis servicios de consultoría a empresas, una de las actividades más importantes a desarrollar es el ejercicio de problema, causa y acción. Este ejercicio consiste en identificar primero claramente el problema de la empresa. Luego, se trabaja para identificar la causa. Una vez que se identifica la causa, se construye un plan de acción. Suena sencillo, pero te sorprendería saber lo difícil que es realizar este ejercicio y ponerlo en práctica.

Este ejercicio, que funciona tan bien en los negocios, se puede aplicar en cualquier área de nuestras vidas. Con un poco de dedicación podrás identificar cuál es el gran problema que existe hoy en tu familia, su causa y definir la acción capaz de solucionar definitivamente el problema. También puedes aplicarlo para trabajar en tu estancamiento profesional o financiero, tu salud o tu relación con Dios.

Sin embargo, cuando haga este ejercicio, ore al Señor y pídale que le dé dirección. Con la orientación y guía del Espíritu Santo, podrás ver claramente cuál es su problema, comprender la causa y encontrar la acción que se debe tomar, dando una solución definitiva a esta situación. Porque “el temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas.”

Oración: Señor, hoy te pido sabiduría y discernimiento, para que pueda identificar mi problema, su causa y así saber qué hacer para resolver esta situación. ¡Amén!

Versículo base: El temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas. (NVI) Proverbios 19:23

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