Por la fe, ella no tuvo miedo
Jocabed fue una madre valiente, cuya historia conocemos en la Biblia. Tuvo a su hijo cuando el pueblo de Israel era esclavo en Egipto y había una orden del faraón, que todo niño israelita recién nacido debía ser arrojado al río Nilo. Jocabed entonces escondió a su hijo y lo pudo hacer durante 3 meses. Sin embargo, al darse cuenta de que ya no podía mantenerlo oculto, tomó una decisión difícil para cualquier madre: confiar tan solo en la protección de Dios. Al poner a su pequeño hijo en una canasta y arrojarlo al río, supo que a partir de ese momento ya no dependería de ella. Solo Dios podía cuidarlo. Sí, me refiero a la madre de Moisés, quien más tarde fue el libertador del pueblo de Israel de Egipto.
Cualquier madre pensará que el mejor lugar para un niño es bajo su cuidado y protección. Y desde nuestra visión humana, realmente no hay un lugar mejor y más seguro. Sin embargo, con los ojos de la fe, podemos ver que es en las manos y cuidado de Dios que un niño está verdaderamente seguro y protegido. Jocabed no tendría la fuerza para proteger a este bebé del faraón. Pero Dios sí la tenía. Y Dios lo protegió colocándolo dentro de la propia casa del Faraón, incluso siendo alimentado por él. Y el Faraón aún contrataria a Jocabed para cuidar al bebé. Dios es maravilloso!
¡Querida madre! Hoy, con ojos de fe, decida entregar a sus hijos a quien realmente puede protegerlos y guardarlos contra todo mal. Fue con los ojos de la fe que Jocabed pudo entender que solo Dios podría proteger a Moisés y llevarlo a una vida plena y con propósito.
Oración: Señor, que cada madre comprenda que es en Dios que está la seguridad y el futuro de sus hijos. ¡Amén!
Versículo base: Por la fe Moisés, recién nacido, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño precioso, y no tuvieron miedo del edicto del rey. (NVI) Hebreus 11:23