Ora por la persona que te hirió

Si queremos ser como Cristo, debemos vivir como Él vivió. Y una de las cosas que hizo Jesús fue orar por aquellos que lo lastimaron. Jesús dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” Lucas 23:34.

Sé que conocemos bastante bien esta historia, pero hoy quiero enfatizar el contexto en el que se pronunciaron estas palabras. El contexto dice mucho sobre el corazón de Jesús y su capacidad para interceder incluso por sus enemigos. Y quiero enumerar al menos 3 puntos de este contexto, que me enseñan mucho:

1. Jesús oró por ellos en el peor momento – Cuando Jesús oró a su padre, pidiendo perdón por quienes lo lastimaban, Jesús estaba en su peor momento. Jesús no oró por ellos después de su resurrección o poco antes de su ascensión al cielo. Jesús oró por ellos justo cuando estaba clavado y sangrando en la cruz, sintiendo toda la intensidad del dolor causado. Él no pasó por un “proceso” de perdón junto con su líder. Simplemente oró por ellos en el punto álgido de su dolor.
2. Jesús oró por ellos mientras se burlaban de Él: “La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él. –Salvó a otros –decían–; que se salve a sí mismo, si es el Cristo de Dios, el Escogido. También los soldados se acercaron para burlarse de él” (verso 35). Trato solo de imaginar como se siente orar por alguien, mientras esa persona te ridiculiza o se burla de tu situación. Ciertamente, si estamos dominados por la carne, no podemos orar por alguien en esa condición. Pero Jesús no era dominado por la carne. .
3. Jesús oró por ellos sin esperar nada a cambio – Cuando Jesús oró por sus verdugos, no esperaba de ellos arrepentimiento. No esperaba que lo bajaran de la cruz y le pidieran perdón, o palabras de conmoción y arrepentimiento. Jesús oró sin ninguna expectativa de parte de ellos.

Si queremos tener el corazón de Cristo, debemos aprender a orar por aquellos que nos han lastimado, aunque sepamos que no será fácil. No fue fácil para Jesús. Pero lo hizo.

Oración: Señor, hoy decido orar por las personas que me han hecho daño. Pido tu perdón a cada uno de ellos, trae paz a sus corazones y derrama tu salvación sobre ellos. ¡Amén!

Versículo base: Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, junto con los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda. –Padre –dijo Jesús–, perdónalos, porque no saben lo que hacen.* Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él. –Salvó a otros –decían–; que se salve a sí mismo, si es el Cristo de Dios, el Escogido. También los soldados se acercaron para burlarse de él. Le ofrecieron vinagre y le dijeron: –Si eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. (NVI) Lucas 23:33-37