Nuestro Dios nunca duerme, ni adormece

Sucedió recientemente en Indonesia, en un vuelo nacional. El piloto del avión, cansado por no haber dormido la noche anterior, cedió el control de la aeronave a su copiloto, informándole de que se echaría una “siesta”. El copiloto toma el control del avión, pero algo sucede: él también se queda dormido mientras pilotaba el avión.

Al observar que la aeronave se estaba desviando de su trayectoria de vuelo, los responsables del control aéreo local comenzaron a intentar contactar con la cabina, sin éxito. Pasó un total 28 minutos, hasta que el piloto despertó y encontró a su copiloto durmiendo y la aeronave fuera de su trayectoria de vuelo. Afortunadamente no pasó nada grave y el vuelo llegó a destino, con retraso, pero sin problemas. Sin embargo, el insólito hecho es objeto de investigación por parte de las autoridades y de la aerolínea, a partir de este momento.

Intenta ahora imaginarte en un avión donde ambos pilotos están durmiendo.

Afortunadamente, los cristianos tenemos un piloto que nunca duerme ni adormece. Cualquiera que haya entregado su vida a Cristo puede estar seguro de que nuestro piloto nunca descansa. Él está siempre alerta, para guiarnos por el mejor camino.

Esto es lo que encontramos en el Salmo 121, versículo 4: “Ciertamente, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.”.

Entrega tu vida a Cristo y duerme tranquilo, que tu piloto no dormirá.

Oración: Señor, quiero descansar, sabiendo que mi protector no duerme. Guíame con seguridad por el camino. Amén.

Salmo 121

1 Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda.
4 Ciertamente, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
5 El Señor es tu guardador, El Señor es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día ni la luna de noche.
7 El Señor te guardará de todo mal, él guardará tu alma.
8 El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

Salmos 121:1-8 (BRV2020)