Nos comportamos según el contexto

Nos comportamos según el contexto

Quiero invitarte a imaginar la siguiente escena. Estás en tu lugar de trabajo, cumpliendo con tus deberes, cuando alguien que no conoces se acerca y comienza a decirte cosas como: “Eres un inútil, no haces nada bien” o “Eres muy malo en lo que haces” o quizás “Eres un ladrón, estás robando“. ¿Creería que esto es “normal” y “aceptable”? Seguro que no, y es probable que esto afecte la continuidad de su trabajo, ¿no?

Hay cosas que, aunque no las consideramos “normales” o “aceptables”, tal vez tú y yo las hacemos algunas veces, en contextos específicos. El ejemplo anterior sucede todos los días en el fútbol. Vas al estadio y allí gritas insultos a jugadores y árbitros, que no son más que hombres o mujeres trabajando, en el ejercicio de sus funciones. Entonces, lo que consideraste “inaceptable” en el ejemplo anterior, crees que en “fútbol” está bien hacerlo. Y alguien que nunca criticaría el trabajo de otra persona en la oficina, lo hace a gritos en un estadio de fútbol. ¿Que ha cambiado? Solo el contexto.

Este ejemplo ilustra algo que sucede mucho en nuestras vidas: nos comportamos de manera diferente, según el contexto. En la iglesia, hablas con suavidad, sonríes con todos y eres un motivador para las personas desanimadas. Pero cuando llegas a casa, eres un esposo que no es atento, le gritas a tus hijos y ni siquiera llevas el plato de la mesa a la cocina. Tratas bien a tus jefes y personas influyentes, pero humillas a un mesero en un restaurante porque tardó demasiado en traerte el pedido. Eres amable y considerado con tu cliente, pero no cedes el paso o le grites a un extraño en el tráfico. Nos comportamos según el contexto.

Sin dudas, la vida de un cristiano debe ser una vida de autenticidad. Y todos los ejemplos citados anteriormente solo revelan lo difícil que puede ser esto. Ser la misma persona, en todos los diferentes contextos a los que nos podemos enfrentar en un día normal, es algo que realmente puede ser difícil.

Jesús fue una persona 100% auténtica. Jesús recibió y trató a un judío oa un líder religioso de la misma manera que a una prostituta, a un leproso, a un recaudador de impuestos oa un samaritano. De Jesús aprendemos que, independientemente del contexto, debemos hacer lo correcto.

Te invito ahora a tomarte unos minutos para pensar en esta pregunta: ¿te estás comportando según el contexto? Reconoce ante Dios y sigue el ejemplo de Cristo: “Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.”, Juan 13:15.

Oración: Señor, no quiero ser un hombre de comportamiento variable, según el contexto. Quiero ser auténtico en todo lo que hago y seguir el ejemplo de Jesús. ¡Amén!

Versículo base: Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. (NVI) Juan 13:13-15

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