No tienes el control
Gary Hoy fue un abogado canadiense que perdió la vida de la manera más absurda posible. Él recibía a un grupo de estudiantes en el piso 24 del Toronto Dominion Centre cuando quería demostrarles cuán resistentes podrían ser los vidrios de las ventanas de los edificios. Así, se lanzó con el cuerpo contra el vidrio, pues estaba seguro de que no se rompería. De hecho, el vidrio no se rompió. Sin embargo, el vidrio se desprendió del marco y Gary cayó (junto con el vidrio intacto) desde el piso 24, muriendo instantáneamente. La investigación concluyó que Gary ya había hecho la misma demostración en otras ocasiones, y que posiblemente, la fuerza de los impactos fue quitando poco a poco la resistencia de los marcos de las ventanas.
Cuando pensamos que tenemos el control de una determinada situación, nos olvidamos de que, en realidad, nadie en este mundo tiene control sobre nada. Por lo tanto, no hay otra manera de vivir que sabiendo y entendiendo que nuestra vida está en las manos de Dios. Hagamos lo que hagamos, debemos ponerlo en sus manos. “Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán”, Proverbios 16:3
Te invito ahora a pensar por unos minutos si has puesto tus planes en las manos del Señor. ¿Ha estado orando por sus emprendimientos? ¿Has buscado a Dios para que te guíe en las decisiones que tomas en el trabajo, en tu familia o en tus finanzas? ¿Estás en el lugar que Dios dijo que deberías estar?
No tienes el control. Pero nuestro Dios sí lo tiene. Y por eso, necesitas poner tus planes en sus manos.
Oración: Señor, quiero vivir esta vida sabiendo que no tengo el control, sino que Tú lo tienes. Por eso te entrego cada uno de mis planes y proyectos. ¡Amén!
Versículo base: El hombre propone y Dios dispone. A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los motivos. Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán. (NVI) Proverbios 16:1-3