“No quiero creer, quiero saber”
La frase que da título a esta reflexión es quizás la más famosa dicha por Carl Sagan, reconocido astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y científico estadounidense: “No quiero creer, quiero saber”. Autodeclarado agnóstico (el que no tiene una opinión formada sobre Dios) y defensor del panteísmo (Dios y el universo como uno solo), Carl Sagan dedicó su vida a desentrañar los misterios del universo.
La humanidad ha buscado a lo largo de su historia dar respuesta a preguntas como la vida después de la muerte, el final de los tiempos o la creación del universo. La gran verdad es que estos misterios están resueltos. La respuesta a cada uno de ellos está en la Biblia. ¡El gran problema es que requieren FE! ¡Y la humanidad no quiere tener fe! O como dijo el astrónomo Carl Sagan: “No quiero creer, quiero saber”.
Sin embargo, no debemos olvidar que Jesús dijo: “Dichosos los que creen sin haber visto”, Juan 20:29. Y entre Carl Sagan y Jesús, elijo a Jesús.
Carl Sagan falleció en 1996. Entonces puedo deducir que ahora lo sabe todo. Ciertamente, ahora ha conocido toda la verdad. Pero es posible también que para el, ahora sea demasiado tarde para creer.
Oración: Señor, quiero creer, más que saber. ¡Amén!
Versículo base: Porque me has visto, has creído –le dijo Jesús–; dichosos los que no han visto y sin embargo creen. (NVI) Juan 20:29