No odies a quien no conoces

No odies a quien no conoces

No odies a quien no conoces.

En septiembre de 2021, una foto de la penitenciaría de Parnaíba, en el estado de Piauí en Brasil, se volvió viral en Internet y hace unas semanas la foto volvió a circular, para “alegría” de muchos, que disfrutan de la imagen. La foto muestra a varios detenidos “amontonados” en una pequeña celda, donde ni siquiera hay colchones y están todos acostados, casi uno encima del otro en lo que parecen ser camas de cemento. Y justo abajo de la foto, más de 100 mil comentarios de odio e ironía, con la situación de los detenidos. Para mi sorpresa, comentarios también de cristianos, mezclados en medio del odio gratuito de este mundo.

Reclusos amontonados en Penitenciaría de Parnaíba

Así que lo diré de nuevo: no odies a alguien que no conoces. Más que eso, ¡no odies a NADIE! Sin embargo, menos aún, a quién no conoces.

No puedo odiar a alguien cuyo nombre no sé, que su historia desconozco y no sé qué hizo para estar allí. ¡No puedo odiar a un ser humano solo por ser parte de un grupo llamado “reclusos“! Si lo hago, lo estoy condenando antes de saber lo que pasó para que estuviera allí.

Imaginemos que un juez tuviera la misma actitud. El juez está a puestos para juzgar a un “recluso”. Lo mira y dice: “Eres un recluso, luego, eres un criminal. Estás sentenciado a 35 años de prisión“. El juez ni siquiera escucha a las partes, ni a la acusación ni a la defensa. El juez ni siquiera sabe qué delito se cometió. Simplemente en menos de 10 segundos condena a 35 años de prisión a ese individuo, cuyo nombre no conoce. Bueno, ese es el juicio que hacemos muchos de nosotros todos los días en las redes sociales.

¡Mi objetivo en la vida es aprender de Jesús! Y Jesús me enseña a AMAR, incluso a mi enemigo o a un bandido. No es fácil, no es natural, pero aprendo de Jesús que toda la ley se resume en dos mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo como a mí mismo. Porque así “sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros“. Juan 13:35

Oración: Señor, abre los ojos de aquellos que todavía sienten odio y desean el mal de alguien. Que entiendan que tu venida nos ha enseñado que debemos amar. ¡Amén!

Versículo base: Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. (NVI) Juan 13:34-35

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