No leas este devocional

Si estás aquí, no has seguido la orientación dada en el título de esta reflexión. Pero más importante que eso, no seguiste la recomendación que el enemigo, el diablo, trata de darte todos los días. Finalmente, él no quiere que leas o estudies nada que pueda acercarte a Dios.

Según los registros de Hora de Orar, en promedio, poco más del 20% de los lectores registrados en las listas de envío, abren los devocionales el mismo día que lo reciben. Otros 10%, abre al día siguiente o en algún día futuro. Pero el 70% de ellos nunca lo hacen.

Mi amado hermano y hermana, cada mañana que te levantas, el diablo tratará de encontrar una manera de evitar que leas un devocional. También se asegurará de que no ores ni leas la Biblia. Finalmente, lo que quiere, es que empieces tu día centrado solo en tus tareas o en alguna distracción. Y cada vez que comienzas un día sin un devocional, una oración o una lectura de la Biblia, el enemigo ha logrado su objetivo.

Me alegra que estés aquí leyendo este devocional. Quizás, Hora de Orar no sea tu devocional favorito, pero hoy, este título te llamó la atención y has llegado hasta aquí. Lo más importante no es leer específicamente a Hora de Orar, pero sí, leer algo que sea útil para tu crecimiento espiritual, que te lleve a la reflexión, que sea de confrontación y que te ayude a ser cada vez más como Cristo.

Me gustaría verte aquí de nuevo mañana. Te espero.

Oración: Señor, quiero ser alguien que practique el hábito del devocional diario. Quiero ser alguien que crece día a día en el conocimiento de tu palabra y que ajusta conductas, en base a lo que aprendo en mis reflexiones matutinas. Amén.

Versículo base: ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores, Sino que en la ley del Señor está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! (NBA2005) Salmos 1:1-2