No basta con solo aliviar el dolor
Christian Rogelio Benítez Betancourt, también conocido como “Chucho”, fue un futbolista ecuatoriano que falleció el 29 de julio de 2013 a la edad de 27 años, luego de ser ingresado en un hospital de la ciudad de Doha en el Qatar, con fuertes dolores abdominales. “Chucho”, quien compitió en el mundial de 2006 con su país, fue tratado con sedantes que le aliviaron el dolor. Sin embargo, terminó muriendo de peritonitis, que es la inflamación del peritoneo, el revestimiento de la pared interna del abdomen y los órganos abdominales. Chucho murió por negligencia en su cuidado, tratando el dolor sin buscar encontrar el verdadero problema.
A menudo hacemos esto en nuestras vidas. Tratamos el “dolor” sin atacar el problema real. Y cuando tenemos un problema, no basta con aliviar el dolor. Es necesario ir a la raíz del problema y solucionarlo de forma permanente. Para muchos, el “dolor del alma” se trata con bebidas, amigos o distracciones. Otros tratan su “dolor” con comida. Algunos todavía encuentran en los juegos su “medicina” para el dolor de la vida. El dolor pasa por unos instantes, pero siempre vuelve, ya que no ha sido tratado de raíz.
Si tienes un dolor en tu vida, no busques solo aliviarlo. Pídele a Dios que te revele la fuente, la raíz de tu dolor. Y entonces Dios mostrará cuál es la cura.
Oración: Señor, quiero saber el origen de mi dolor, encontrar una cura permanente y no solo aliviarlo con placeres o distracciones. Muéstrame la fuente de mi dolor. ¡Amén!
Versículo base: Porque de la manera que abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, así abunda también por medio de Cristo nuestra consolación. (NVI) 2 Coríntios 1:5