Nadie sale sin un celular

Hoy es el aniversario del lanzamiento de uno de los teléfonos celulares más deseados en todo el mundo: el iPhone, lanzado en su primera versión el 29 de junio de 2007.

Entonces recordé lo complejo que es salir de casa sin un teléfono celular. Si olvidamos el teléfono celular en la casa o por alguna razón no podemos llevarlo con nosotros, nos sentimos diferentes. Es como si faltara una parte de nuestro cuerpo.

Qué maravilloso sería si sucediera lo mismo con la palabra de Dios. Qué bueno sería si no pudiéramos salir de la casa sin antes leer y meditar en la palabra y llevarla siempre con nosotros, donde quiera que vayamos. Desearía que fuera imposible pensar en pasar un día sin leer la Biblia y orar, así como nos es imposible pasar un día sin nuestro teléfono celular. ¿Cuán diferente sería la vida de una persona, si, lugar de depender de un teléfono celular, su dependencia fuera de la Biblia y de la oración? ¿Puedes imaginarlo?

Oración: Señor, mi deseo es ser tan dependiente de tu palabra y de la oración como muchas veces lo soy de un teléfono celular. ¡Amén!

Versículo base: Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta . (NVI) Salmos 5: 3.