Motivos justos, acción estúpida
En 1995, un hombre llamado Robert Overacker quería llamar la atención del mundo sobre una causa importante, que siempre debería ser motivo de gran preocupación para nuestra sociedad: las personas sin hogar. Sin embargo, para eso, eligió hacer algo estúpido: saltar en una moto de agua sobre las Cataratas del Niágara. Equipado con un paracaídas, realizó el salto, pero por alguna razón, su paracaídas no se abrió, y en ese día, Robert murió en las aguas de las cataratas.
Robert tenía buenas razones para luchar, pero eligió una forma arriesgada de llamar la atención del planeta sobre su causa. Y las personas sin hogar, perdieron a alguien que podría haber hecho mucho más por ellos.
Esta historia me recuerda que algunas veces, yo también tengo buenas razones, pero elijo acciones estúpidas. Mis motivos son justos, pero elijo pelear y discutir. Mis motivos son correctos, pero ataco y ofendo a los demás. Tengo razón, pero elijo hacer algo por mi propia voluntad, sin considerar lo que Dios desea que haga.
Tener razón o tener motivos justos nunca justificará ninguna acción. Más que tener razón, o motivos justos, hay que hacer lo correcto. Y para eso, debemos siempre, en primer lugar, orar y buscar la dirección de nuestro padre celestial.
En el versículo que escogí para hoy, la palabra nos dice que el Señor tiene los oídos atentos a la oración de los justos, pero se vuelve contra los que hacen el mal. Por eso, en lugar de tomar una mala actitud, es mejor orar, porque Él escucha la oración de los justos.
Mi hermano y mi hermana, si tienes los motivos justos, pero no sabe qué hacer, simplemente ora. Los oídos del Señor estarán atentos a tu oración.
Oración: Señor, sé que a veces tengo los motivos correctos, pero elijo tomar acciones equivocadas. Ayúdame Señor a tener la actitud correcta. Amén.
Versículo Base: Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus oídos están abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo. (NTV) 1 Pedro 3:12