Mejor están los que no han visto la maldad

Según la historia, Hitler nunca visitó un campo de concentración. Se dice que el Führer no quería involucrarse en el exterminio de los judíos. Aunque Hitler quería e hizo todo lo posible para que ocurriera el exterminio, evitaba incluso conocer los detalles. En las reuniones del partido nazi, cuando entraba en la agenda los campos de exterminio, Hitler se retiraba de la sala. Cuenta la historia de que Hitler una vez estaba en un tren que cruzó con otro tren cargado de judíos, camino a un campo de concentración. El relato dice que Hitler incluso cerró las cortinas de su vagón, para no verlo.

Hitler sabía lo cruel que era el trato dado a los judíos. Sabia lo suficiente para no querer ver ni conocer los detalles. Sin embargo, aunque no verlo lo ayudaba a dormir por la noche, nunca lo liberó de su culpa. Ser responsable del mal te condenará a muerte, veas o no el mal que has hecho.

Salomón escribió sobre el mal en el mundo. Y dijo que en “mejor situación están los que aún no han nacido, los que no han visto aún la maldad que se comete en esta vida.”. Quizás eso fue lo que intentó hacer Hitler: no ver el mal. Un intento inútil de no sentir el mal que causó. Y como dice Salomón, ¡mejor sería si no hubiera nacido! ¡Los judíos estarían agradecidos!

Oración: Señor, hay mucha maldad en este mundo. ¡Aunque no la veo, ella está ahí! ¡Ayúdame, Señor, a no ser causador de mal alguno! ¡Amén!

Versículo base: Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara. Y consideré más felices a los que ya han muerto que a los que aún viven, aunque en mejor situación están los que aún no han nacido, los que no han visto aún la maldad que se comete en esta vida. (NVI) Eclesiastes 4:1-3