Latas de frijoles

Leí un relato interesante de un soldado alemán sobre cuánta munición llevaría un soldado en una batalla. La respuesta fue: cuanto más experimentado sea el soldado, menos municiones llevará.

Este soldado alemán explicó que cuando estuvo en batalla en Bosnia, solía llevar 8 o 9 cargadores con 30 balas cada uno. Después de un tiempo, notó que muy raramente disparaba más de 10 tiros. Sin embargo, siempre llevaba consigo el peso de 250 balas. Poco a poco, redujo la cantidad de cargadores que llevaba consigo, hasta que llegó a tan solo 3 cargadores y, en lugar de los otros 5 o 6, comenzó a llevar 2 latas de frijoles con él. Y las latas de frijoles se convirtieron en un placer para él durante las paradas de descanso.

Este relato me hace comprender que debemos llevar solo lo necesario. Y también me enseña que cuanto más aprendo, más entenderé o sabré cómo identificar lo que necesito y lo que no necesito. Si me deshago de lo que no es necesario, tendré espacio para llevar cosas más útiles. Entonces, ¿por qué seguir llevando mis preocupaciones, miedos y ansiedad? Puedo dejarlos y sustituirlos por la esperanza, la fe y quizás unas “latas de frijoles”. Tal vez pueda cambiar las quejas por declaraciones de victoria. Quién sabe todavía, cambiar la mentira por la verdad.

¿Qué llevas tu, que puedes dejar atrás?

Oración: Señor, ya no quiero llevar mis miedos, ansiedad y preocupaciones conmigo. Me entrego a ti y tomo la fe y esperanza para andar conmigo. ¡Amén!

Versículo base: Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.(NVI) Mateo 11:28-30