Las 7 maravillas naturales del mundo

Una encuesta realizada en todo el mundo, con más de 100 millones de votos, indicó las que ahora se consideran las 7 maravillas naturales del mundo. La votación tuvo lugar entre el 21 de julio de 2009 y el 11 de noviembre de 2011. Los ganadores fueron:

1. Selva Amazónica y Río Amazonas, compartidos por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
2. Bahía de Ha Long, Vietnam, Asia
3. Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Brasil y Argentina.
4. Isla de Jeju, Corea del Sur
5. Komodo (Parque Nacional), Indonesia
6. Parque Nacional de Puerto Princesa, Filipinas
7. Montaña de la Mesa, Sudáfrica

Cuando nos convertimos en lectores frecuentes de la palabra de Dios, llegamos a comprender por qué la naturaleza “declara la gloria de Dios” como se describe en el Salmo 19, versículo 1. Cuando somos habituales lectores de la Bíblia, compreendemos que la naturaleza no hace más que declarar los atributos de Dios: que Él es maravilloso, asombroso y perfecto.

Las 7 maravillas naturales del mundo no son más que 7 declaraciones de la grandeza de un Dios que hizo cada una de ellas, definiendo sus contornos con la punta de su dedo, poniendo agua y montañas en el lugar correcto, vegetación en abundancia, animales y el sol y la luna para iluminarlos. Él también nos creó a ti y a mí, solo para que pudiéramos apreciarlo con toda su grandeza.

¡Hoy glorifico a Dios por su maravillosa creación! ¡Sabiendo que son muchos más de 7!

Oración: Señor, magnifico tu nombre por tu maravillosa creación. ¡Amén!

Versículo base: Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! un pabellón para el sol. Y éste, como novio que sale de la cámara nupcial, se apresta, cual atleta, a recorrer el camino. Sale de un extremo de los cielos y, en su recorrido, llega al otro extremo, sin que nada se libre de su calor. (NVI) Salmos 19:1-6