La vida está hecha de ciclos

Una verdad absoluta de esta vida es esta: la vida está hecha de ciclos. Ya en la escuela aprendemos que los seres vivos nacen, se desarrollan, se reproducen, envejecen y mueren. Este es el ciclo de la vida. Además, el calendario está formado por ciclos divididos en días, semanas, meses y años. El día en sí se divide en horas, minutos y segundos. Todo tiene un principio y un final. Así es la vida.

Y si los ciclos comienzan y terminan, necesitamos aprender a vivir con ellos. ¡Y seguir adelante! Sin embargo, algunas veces podemos tener dificultades para dejar algo atrás. Ya sea una relación, un trabajo, una empresa o alguien que se ha ido prematuramente. Y no sirve de nada quedarse en lo que ya ha terminado. Los ciclos terminan, de modo que surgen nuevos ciclos. Y así la vida continúa.

La palabra de Dios nos dice que en Él encontramos esperanza para una nueva vida. El salmista dijo: “Puso en mi boca un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios”, Salmo 40: 3. Entonces, no importa qué ciclo necesites cerrar en tu vida, debes saber que nuestro Dios tiene un nueva canción para ti, una nueva historia, un nuevo camino. Y así la tu vida podrá avanzar.

Oración: ¡Señor, quiero terminar los ciclos pasados ​​para poder recibir lo nuevo de ti! Ayúdame, Señor, a superar todas y cada una de las circunstancias para seguir avanzando. Amén.

Versículo base: “Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el Señor.” (NVI) Salmos 40: 1-3