La vida es para vivir hoy y ahora
Después de la muerte, ya no corremos el riesgo de que nos roben o nos secuestren, ¿verdad? Bueno,no es tan cierto. Eventualmente sucede que cuerpos de fallecidos son robados o secuestrados después del entierro. Algunos casos de celebridades secuestradas pos-muerte fueron el actor de cine mudo Charles Chaplin y el del empresario Alexander Stewart, quizás el mayor comerciante textil estadounidense de la historia. Sus tumbas fueron saqueadas, sus cuerpos secuestrados y se exigió rescate por su devolución. También al expresidente argentino, Juan Domingo Perón, tras su muerte, la tumba fue saqueada y se le amputaron las manos, pidiendo un rescate de 8 millones de dólares para devolverle las manos al difunto mandatario. Además de las manos del expresidente, también fueron robadas su espada y la gorra militar. Sin embargo, el rescate no se pagó y las manos del expresidente nunca se recuperaron.
Siendo un conocedor de Dios y su palabra, no puedo imaginar por qué alguien pagaría por el rescate de un cuerpo sin vida. Este cuerpo, que hoy alimento y cuido con tanta dedicación, un día solo será una carcasa vacía. Cuando no haya más vida en este cuerpo temporal, no habrá nada que hacer por mí en este mundo.
Por eso Salomón escribió: “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.“. No hay nada de valor en una tumba. ¡Ninguna cosa! No hay conocimiento, ni sabiduría, ni planes ni esperanza. No hay nada.
¡La vida es para vivirla HOY y AHORA! “¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras!”. Estas cosas también son la gracia de Dios en nuestras vidas. Lo que tengas que hacer, hazlo ahora, mientras hay vida.
Oración: Señor, quiero aprender a vivir la vida hoy y ahora. Porque no hay nada de valor en una tumba. ¡Amén!
Versículo base: ¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras! Que sean siempre blancos tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos. Goza de la vida con la mujer amada cada día de la fugaz existencia que Dios te ha dado en este mundo. ¡Cada uno de tus absurdos días! Esto es lo que te ha tocado de todos tus afanes en este mundo. Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría. (NVI) Eclesiastes 9:7-10