La vida es el resultado de tus decisiones

Les contaré sobre el encuentro entre Ricardo y Juan.

Ricardo tiene 30 años, es ambicioso, le gusta vestir bien y cree que la imagen lo es todo. Vive de alquiler en un hermoso apartamento en la mejor zona de la ciudad. Tiene un auto del año, comprado a plazo y que se pagará en 120 cuotas. Está en la universidad más prestigiosa de la ciudad, aunque no ha podido pagar las últimas tres mensualidades. Siempre bien vestido (porque imagen es todo), ya tomó el cupo de sus 4 tarjetas de crédito en ropa, zapatos y restaurantes. Y hoy conocerá a Juan.

Juan también tiene 30 años y tomó un curso técnico en electricidad para intentar conseguir un trabajo. El poco dinero que tenía, Juan lo invirtió en el curso. Consiguió un trabajo como técnico en una empresa de energía eléctrica. Va en bicicleta al trabajo porque no tiene auto. Por lo general, compra su ropa en tiendas de segunda mano en su vecindario. No tiene tarjeta de crédito, porque no quiere gastar lo que no tiene. Hoy conocerá a Ricardo.

Juan está ahora en el apartamento de Ricardo, cortando su luz por falta de pago.

Debemos vivir esta vida sabiendo que será el resultado de nuestras elecciones. Es cierto que muchos pueden nacer en mejores o peores condiciones, pero de allí en adelante, las decisiones que cada uno tome determinarán cuánto mejor o peor será su futuro.

Oración: Señor, ayúdame a tomar las mejores decisiones. Para tener un futuro mejor. ¡Amén!

Versículo base: Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán. (NVI) Proverbios 16:3